MACRO ETNIA CHARRUA: ¿CUALES ERAN SUS ARMAS?

Las armas mas comunes que usaban los Charruas eran las siguientes:

El arco y la flecha: usados por infinidad de poblaciones en todo el mundo y todavía hoy entre indios de America. En la foto de la contratapa, figura un arco que fue usado por los Charruas. De esos arcos no ha quedado casi ninguno en el Uruguay. La madera es de guayubira y arcos similares se usaron en Argentina.

Los flecheros, que llegaron a cien en la época de los combates de San Gabriel en 1573, fueron mermando con el tiempo ya que eran los que cubrían la retaguardia de los Charruas echando pie a tierra para lanzar sus flechas tratando de impedir que fueran alcanzados. Generalmente perdían la vida.

La honda: no es la misma que la utilizada en otras partes del mundo, incluida la honda de David. En vez de tener dos ramales en cuyo punto medio hay un receptáculo para colocar la bola, la honda del Charrua partía de un ramal que se bifurcaba a 30 cm de distancia. Lo que era sorprendente era que tiraban la piedra y la honda juntas, pero la honda hecha de cuero, caía a pocos pasos y la piedra seguía su curso. Eso permitía al Charrua recuperar su instrumento y volver a lanzar una nueva piedra.

Las boleadoras: de dos ramales y bolas pequeñas, que eran usadas, por ejemplo, para bolear ñandúes; de tres ramales, para caballos y animales grandes, o para defenderse de enemigos.

La lanza: en general era de madera de guayabo o palo amarillo, más bien corta, de 1,20 m aproximadamente. Mas adelante usaron algunas de tacuara.

En su extremidad colocaban una punta de piedra tallada, que luego cambiaron por puntas metálicas, cuchillos o espadas. A veces las adornaban con plumas;

El rompecabezas: era una piedra tallada con varias puntas que era asegurada a un palo, lo que hacia un arma terrible al descargarla sobre los enemigos;

La maza: cuando a la piedra “rompecabezas” se la ataba a una soga de unos 50 cm y luego a un palo similar, se lograba un arma terrible. Se tomaba el palo y se basculaba la soga con la piedra en el extremo: si hacían blanco, era contundente;

El itaiza: era un disco lenticular de piedra de unos 8 o 10 cm de diámetro, perforado en el medio, por donde pasaba la extremidad de un palo. Esta arma era originaria de los indios Kaigang, mas precisamente de los ibirayaras, del norte del Uruguay y anteriores a los Charruas.

Se debe consignar que algunas de estas armas fueron también usadas por los gauchos, principalmente la boleadora y la lanza, durante mucho tiempo. Ya desde niños, los Charruas practicaban con estas armas, hasta lograr una puntería y eficacia sorprendentes, desde el suelo o desde encima del caballo. Salvo algún caso aislado, no cambiaron sus armas por las de fuego, pues se percataron que serian dependientes de otros grupos para el mantenimiento de las mismas. En cambio, sus armas y utiles los fabricaban ellos mismos y lo usaban diariamente para la caza que era la principal via de subsistencia.

En la carta de Rivera a Espinosa, que acompaña el envio de esas armas, juegos de naipes y una estera de juncos con la que armaban “el toldo”, le detalla brevemente para que se utilizaba cada cosa, lo que indica su perfecto conocimiento de los Charruas y sus costumbres.

Se trato de colocar en la contratapa de este libro una representación de todos los elementos que Rivera le envía a su amigo Espinosa cuando le dice “conserva esas memorias de esa tribu salvaje que ya no existe”. Por ultimo, la cruz roja puesta encima del quillapi que contiene esos elementos, simboliza la destrucción de la población, familias y cultura Charruas.

Basado en el libro de Eduardo Picerno “El genocidio de la población Charrua”.