Uruguay: A 180 años del genocidio en Salsipuedes

Naciones Unidas aprobó el 17-7-98 el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. En el marco de la protección de los DD.HH., este tratado fue firmado por Uruguay el 19-12-2000, y posteriormente ratificó su adhesión el 28-6-2002.

Sobre el Genocidio se dice en el Art. 6:

Genocidio

A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por «genocidio» cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal:

a) Matanza de miembros del grupo;

b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;

c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;

d) Medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo;

e) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.

 

 

Esto es una verdadera “Confesión” y de una persona que se siente “culpable”. ¿Por qué, si no, quiere ocultar los hechos?, (“nada he querido decir al Gobierno de mis disposiciones”). Rivera toma esta matanza como una fiesta, en la que será reconocido como no lo fueron 8 Virreyes que también querían exterminar a los charrúas. Y el concepto que tenía sobre los indios se aprecia cuando da a entender ellos no tendrían “sangre humana“, aunque cabrían otras hipótesis explicativas de esta extraña expresión. Ver libro «El genocidio de la población Charrúa».

 

Campo, Abril 5 de 1831

“Mi estimado amigo D. Julian es en mi poder su nota de ayer y soi impuesto de las medidas tomadas p.a aser venir a los indios a este punto con este ojeto fue Bernabelito y no dudo q.e el los aga venir prontam.te yo no e querido moverme mas adelante ya p.r q.e podia ponerlos en desconfiansas o por q.e si se logra aserlos pasar el Queguay ya no seria dificil el sugetarlos del modo q.e uno quiera.  Sin envargo estamos prontos  p.a en caso sea preciso marchar sobre ellos lo que yo quiero evitar a todo tranze pues nos sera Ventajocicimam.te el sujetarlos sin estrepito aci es q.e estoi resuelto a esperar aquí asta ver si Vds. logran aserlos venir aci [¿ce niegan?] espero sus avisos continuados p.a [¿variar?] mis dispociones…”

F. Rivera (rubricado)

Documento


Párrafos iniciales de una carta del Gral. Rivera a Juan María Pérez, escrita a los dos días de la matanza de Salsipuedes desde Islas de Juan Tomas, paraje próximo al Paso del Sauce del Queguay. (Archivo General de la Nación, Montevideo. Arhivos Particulares, Caja 132, Carpeta 28, Folio 4. Libro “El País Charrúa” de Acosta y Lara, pág. 1/207)

“Sor D. Juan M.a Perez. Islas de Juan Tomas Abril 13 – 1831

Mi estimado amigo.- Ya Ud. savra p.r los partes dados al Gov o q.e el resultado sovre la horda de salvages q.e tanto an afligido a nuestro país, a correspondido a el empeño con q.e el Exto les a perseguido asta lograr su total esterminio y de lo q.e nos debemos felicitar. Si envargo, q.e todavía falta algo q.e aser paro lo mas difícil esta ya vencido. Con esta fecha pongo a dispocion del Gov.no a un Reg.to de Cavallería q.e debe servir de polecia en los terminos q.e la Ley previene» (…) «su am.o verdadero Fructuoso Rivera”.

 

Documento


Otra carta de Rivera, fechada en Cuartel General, Salsipuedes, Abril 15 de 1831, confirma totalmente la destrucción de los charrúas y su persecución hasta su total exterminio. No puede quedar ninguna duda de los propósitos genocidas de quien firma la nota, Fructuoso Rivera.

Además véase que le recomienda al Comandante General de la frontera del Cuareim que extermine a los charrúas que vea huyendo de la frontera hace Brasil, de un modo implacable no quiso permitirles aún una retirada en busca de libertad y salvar sus condenadas vidas.

Esta es la mencionada carta:

Sorprendida y destruida el 11 del corriente la horda salvaje de Charrúas esta indómita tribu ha pagado caramente sus antiguos y recientes crímenes, quedando muertos en el campo la mayor parte, y el resto con todas sus familias y ganados en poder de la división de operaciones. Y aún cuando han logrado escaparse de la misma suerte, algunos muy contados, las fuerzas del Ejército prosiguen en su alcance hasta su exterminio.

Para completar enteramente este triunfo que tanto importa a los más caros intereses de la Nación es de absoluta necesidad, que el Sr. Comandante General ponga en movimiento todas las fuerzas dependientes a sus órdenes, que guarecen esa frontera, en persecución de este puñado de bandidos hasta su total exterminio, sin desguarnecer los puntos principales en ella y sin diseminar las milicias de la Colonia, dando prontos avisos de las medidas tomadas a este respecto, al Presidente General en Jefe. Etc.

Fructuoso Rivera
Señor Comandante General de la Colonia del Quareim

 

Documento


Marquemos un Norte

 

Hablemos de historia y como se reconstruye la Nación Charrúa.

 

Aquí en nuestra Patria no hemos respetado ni siquiera un ápice del pensamiento Artigas. Y no lo hemos respetado porque no hemos leído la verdadera historia, con textos en la enseñanza, donde tenemos a Rivera como héroe nacional, siendo un asesino de lesa humanidad, autor del genocidio Charrúa y además existe una carta de Rivera que documenta su pretensión de matar a artigas. ¿Pero porque no se ha incluido esta documentación que esta en la biblioteca nacional en el archivo de Artigas? Sin dudas por complicidad de la clase política toda, pero además porque no hemos querido unirnos por nuestros ancestros y reivindicar la historia exigiendo nuestros derechos. Hemos seguido el camino fácil del romanticismo, sin dar pelea, reconociéndonos entre nosotros, sin gritar que aquí estamos y que somos la Nación Charrúa. Sin preguntarnos y analizar de acuerdo a los instrumentos de análisis, es que es más fácil estancarse en el orgullo que luchar. Por ello la indiferencia de los gobiernos de turnos, el articulo 169 que duerme en los cajones de algún escritorio. Por que dejamos que consideren y piensen que en Uruguay no hay Charrúas. Por que nos mantenemos en grupos desperdigados, sin ser lo que tenemos que ser, una Nación.

 

El otro aspecto es el carácter absoluto de nuestro pensamiento, como también de las actitudes pasivas, es lo que niega totalmente el carácter y la visión en que se desarrollo nuestra cultura, nuestras tribus y nuestra Nación.

Por ello podemos decir que la independencia que se desarrolló en estos territorios fue un acto totalmente ajeno a lo que realmente se vivía, aquí. Pero podríamos preguntarnos: ¿Qué proceso se vivía aquí hace quinientos años en que se inició un proceso que al ser ajena a la mayoría de los pobladores, fue solo un proceso para una pequeña parte de esos pobladores y que sus orígenes precisamente no estaban en éstos territorios sino en su dependencia económica y política en Europa y después fuimos siendo colonia de alguna manera encubierta. Por ello tenemos que dejar tras de si las taras de la formación académica enmarcada en la escuela occidental y entender el problema del Indio como fundamental, para entender este territorio.

 

Y es que la realidad es que quisieron una revolución criolla, en donde nunca hubo criollos. La explicación: La sociología occidental se creo a partir de los paradigmas sociales occidentales que se basan precisamente en el desarrollo de su ciencia con los paradigmas que el hombre occidental sustenta su desarrollo. Éstos paradigmas no son universales, pues nuestros territorios tuvieron un desarrollo diferente a los occidentales a pesar que muchos historiadores han querido relacionar como evolucionadas en forma paralela, lo cual no es cierto y para ello hasta han fundado algunas sectas religiosas con la finalidad de sustentar tales tendencias. Es precisamente estas descabelladas anticientíficas que tienen la finalidad de ir derribando algunos sucesos históricos que no permitirán entronizarse los esquemas occidentales en nuestro territorio. Por ello somos mestizos que no responden a ningún esquema mental, pero que sin embargo nos allegamos a las posiciones occidentales a si sea estas que minen nuestras propia existencia.

Pero porque se forman pequeños grupos, es por que cada uno quería ser el abanderado que lo único que busca es el apetito personal y no la lucha real de nuestra Nación, e incluso muchos abdican de sus ideales y principios por el mejoramiento individual de su persona y su entorno. Así nos formo es sistema que no nos permite ser la Nación Charrúa.

 

Estos pensamientos son una autocrítica, una postura y una invitación a prepararnos y organizarnos para ser la Nación Charrúa.

 

Para Marquemos un Norte: Ricardo Silva (Caio)

 

 

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