LA MUERTE DE SENAQUE


La enfermedad no tardó en diezmar su grupo. Senaqué se enfermó de una «fiebre de consunción», causada principalmente por «la desesperanza, el tedio y, sobre todo, la nostalgia». En base a la propuesta de Flourens,la Asambleade profesores del Museo decidió, el 23 de julio, que el indígena fuera tratado, con expensas del Museo, enla Maison Royalde Santé del barrio Saint-Denis; una parte de los fondos «destinados a la adquisición de animales raros fueron afectados al pago de los gastos necesarios (cuatro francos por día). Senaqué no necesitó por mucho tiempo tanta liberalidad económica. Ingresó en la mañana del 23 de julio, en el servicio del profesor Duméril, y murió el 26 de julio, a las siete horas de la tarde. Veamos aquí el acta de deceso que se redactó:

Nombre y apellido: Senaqué.

País: Uruguay (Banda Oriental)

Edad: presumiblemente entre 56 y 57 años.

Profesión: favorito del jefe de la tribu, médico.

Lugar de nacimiento: tribu de los Charrúas.

Soltero.

Ingresado el 23 de julio en la mañana.

Muerto el 26 de julio a las siete hs. de la tarde.

Estuvo cuatro días enla Maison Royalede Santé.

El cuerpo de Senaqué fue transportado al laboratorio de anatomía del Museo. Extraje los detalles de un artículo publicado por Camus, interno enla Maisonde Santé, donde está contado con real emoción el triste fin de esta agonía de desesperado.

Este artículo, que fue reproducido en casi todos los diarios, impresionó verdaderamente la opinión pública, y el Sr. de Curel, o la persona a quien él había cedido los indios), sintió la necesidad de justificarse.La Revuede Paris publicó una nota de respuesta al artículo de Camus, evidentemente inspirada por el «manager», donde se puede saborear la hipocresía.

«No es sólo por especulación, sino más bien por humanidad, que los Charrúas fueron conducidos a Francia con su propio consentimiento. Ellos estarían muertos de dolor y de miseria en los cababozos de Montevideo, donde estaban cautivos. Ningún cuidado le fue negado a Senaqué por quienes lo dirigían antes de su muerte, y su cadáver no fue vendido, sino donado por nosotros al Gabinete de Anatomía del Jardín du Rol Los Charrúas sobrevivientes están muy contentos con las visitas que reciben, especialmente cuando son visitas de damas. Su domicilio será, de ahora en adelante, rué dela Chausséed’Antin, no. 27, en un local más digno de ellos y de las personas honorables que quieran solicitarles audiencia».

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